Aspectos relevantes de la Educación Precolombina de Panamá
Hace más de 11,000 años los seres humanos poblaron el Istmo. Esta época se conoce como precolombina o prehispánica, lo que sucedió antes la colonización española. A diferencia de otras culturas americanas, los habitantes precolombinos panameños desconocían la escritura, por lo que este período se puede comparar con la “prehistoria” por la carencia de documentación escrita. Esto no quiere decir que por residir en pequeñas comunidades con chozas estuvieran exentas de estética, invención, sabiduría, y religiosidad.
Se puede establecer un punto de origen en las artes las variadas ornamentaciones de la vida prehispánica. Algunas de ellas con tal grado de perfección que conducen a pensar en el delicado sentido de las formas y proporción que lograron nuestros antepasados. Los indígenas precolombinos eran artesanos insignes: dominaban la orfebrería, la alfarería, la madera, el marfil, la glíptica, la concha, la piedra laqueada, la piedra tallada, entre otros materiales y técnicas. “Nuestros primitivos habitantes fueron grandes pueblos de orfebres, alfareros, escultores, etc. Pero no fueron grandes constructores”.
La tradición artística de la época colonial se concentró en temas religiosos que imitaban la tradición europea, pero a partir de la independencia de Colombia en 1903, el arte panameño ha desarrollado una expresión con detalles más nacionales.
El arte y las artesanías de Panamá son un enlace tangible de su diverso pasado y un testamento de la habilidad de las personas para adaptarse a los tiempos, manteniendo un fuerte sentido de identidad. Las artes indígenas se han adaptado al uso de materiales modernos, y las artesanías coloniales españolas han logrado perdurar para convertirse en panameñas.
Muchos antes de la llegada de los conquistadores españoles al Nuevo Mundo, los indígenas realizaban un intense intercambio comercial de un extreme a otro del continente, cuyo punto de tránsito era el Istmo de Panamá.
Una de costumbres más llamativas de toda la región habitada en aquel periodo por hablantes de idiomas chibchenses y chocoanos es el resguardo que se le daba – y en algunos casos, que aún se otorga – a la preparación de los ritos fúnebres de los ancestros y el empeño prestado a conservar sus restos físicos mediante el embalsamiento, el desecamiento y el reposo en casas mortuorias.
Una de costumbres más llamativas de toda la región habitada por hablantes de idiomas chibchenses y chocoanos es el resguardo que se le daba – y en algunos casos, que aún se otorga – a la preparación de los ritos fúnebres de los ancestros y el empeño prestado a conservar sus restos físicos mediante el embalsamiento, el desecamiento y el reposo en casas mortuorias. Las bóvedas funerarias se mantenían abiertas, cubiertas de techos y sábanas de tela de corteza a fin de recibir a los muertos de una sola parentela durante varias generaciones (Lothrop, 1937; Cooke et al., 2000; Díaz, 1999; Sánchez, 1995).
La agricultura no era la única actividad de subsistencia que los indígenas practicaban en esta época. También cazaban, pescaban y recogían conchas, cangrejos y frutas silvestres. La información más detallada sobre estos oficios proviene de sitios arqueológicos ubicados en el ‘arco seco’, zona donde la aridez y la química de los suelos del substrato geológico coadyuvan a preservar los restos orgánicos que nos proporcionan información sobre el régimen alimenticio precolombino.
En sitios como Cerro Mangote (5000-3000 a.C.), y Monagrillo (2400-1200 a.C.), localizados a orillas de la productiva Bahía de Parita, se ha constatado mediante análisis arqueozoológicos la importancia de la cacería de venados, iguanas, mapaches y aves costeras, la pesca en estuarios y playas arenosas y la recolección de conchas y cangrejos (Cooke, 1995; Cooke y Ranere 1994, 1999; McGimsey, 1956; McGimsey et al., 1987; Willey y McGimsey, 1954). Estos dos sitios estaban más cerca de la línea de la costa que en la actualidad debido a que aún no se habían formado los deltas de los ríos Santa María y Parita en cuyas desembocaduras estaban ubicados.
Citar este texto en formato APA: _______. (2018). WEBSCOLAR. Aspectos relevantes de la Educación Precolombina de Panamá. https://www.webscolar.com/aspectos-relevantes-de-la-educacion-precolombina-de-panama. Fecha de consulta: 5 de diciembre de 2025.

la historia precolombina de Panamá es mucho más rica y profunda de lo que a menudo se piensa. Aunque los primeros pobladores no desarrollaron escritura ni grandes construcciones, sí destacaron como artesanos extraordinarios, con un gran dominio en la orfebrería, cerámica, escultura en piedra, concha y madera, lo que demuestra su sensibilidad estética y capacidad de innovación. También resalta la importancia de los rituales funerarios, que evidencian creencias religiosas y un fuerte respeto hacia los ancestros, prácticas que aún tienen eco en algunas comunidades indígenas actuales.
Por otro lado, la subsistencia no se limitaba a la agricultura: cazaban, pescaban, recolectaban mariscos y frutos silvestres, aprovechando los diversos ecosistemas del istmo. Sitios arqueológicos como Cerro Mangote y Monagrillo muestran la organización social y económica de estas comunidades, así como su capacidad de adaptación a los cambios del entorno. Además, Panamá ya funcionaba como un punto estratégico de intercambio cultural y comercial en el continente.
Estos hallazgos permiten valorar la trascendencia de los pueblos precolombinos en la construcción de la identidad panameña y reconocer que el istmo fue desde tiempos antiguos un puente de conexión, creatividad y diversidad cultural.
La educación precolombina en Panamá se centraba en la transmisión de conocimientos y habilidades prácticas para la supervivencia y el desarrollo comunitario.
Notas sobre los aspectos relevantes de la Educación Precolombina en Panamá
1. Origen y contexto histórico
Los primeros pobladores del istmo de Panamá llegaron hace más de 11,000 años, en un período que se conoce como prehispánico o precolombino.
A diferencia de otras culturas americanas, los pueblos indígenas panameños no desarrollaron la escritura, lo que hace que esta etapa se asemeje a la “prehistoria”, pues no existen documentos escritos que narren sus vivencias.
Sin embargo, esta carencia no significa atraso cultural, ya que los pueblos originarios poseían sabiduría, religiosidad, sentido estético y creatividad que se reflejan en su vida cotidiana.
2. Arte y producción material
Los indígenas precolombinos fueron destacados artesanos, con un dominio sobresaliente en:
-Orfebrería (trabajo en oro).
-Alfarería (cerámica de gran perfección y simbolismo).
-Talla en piedra, concha, marfil y madera.
-Glíptica (grabado en piedras preciosas o semipreciosas).
Aunque no fueron grandes constructores monumentales como otras culturas americanas, sí lograron un alto grado de perfección artística y simbólica, reflejando un delicado sentido de la forma y la proporción.
3. Arte como herencia cultural
Durante la colonia, el arte se enfocó principalmente en temas religiosos influenciados por Europa.
Tras la independencia en 1903, el arte panameño empezó a adquirir rasgos más nacionales, sin perder el vínculo con las tradiciones indígenas y coloniales.
Hoy en día, el arte y la artesanía de Panamá representan un enlace tangible con el pasado, demostrando la capacidad de adaptación y la preservación de una identidad cultural propia.
4. Intercambio y comercio prehispánico
Mucho antes de la llegada de los conquistadores, el istmo de Panamá ya funcionaba como punto estratégico de tránsito en el continente.
Existía un intenso intercambio comercial que conectaba regiones distantes, favoreciendo la circulación de productos, técnicas y conocimientos.
Este rol de puente natural explica la diversidad cultural y tecnológica de los pueblos panameños.
5. Costumbres funerarias
Una de las tradiciones más notables de los pueblos hablantes de lenguas chibchenses y chocoanas era el cuidado de los ritos fúnebres.
Se practicaban técnicas de embalsamamiento, desecamiento y la colocación de restos en casas mortuorias.
Existían bóvedas funerarias abiertas que eran utilizadas por varias generaciones de una misma parentela, lo que muestra una profunda concepción espiritual y un fuerte sentido de continuidad familiar.
6. Economía de subsistencia
Aunque la agricultura fue una actividad esencial, no era la única. Los pueblos precolombinos también practicaban:
-Caza de venados, iguanas, mapaches y aves.
-Pesca en estuarios y playas.
-Recolección de conchas, cangrejos y frutas silvestres.
Gracias a las investigaciones arqueológicas en el arco seco (región con condiciones favorables para la preservación de restos), se ha podido reconstruir el régimen alimenticio de esta época.
7. Sitios arqueológicos destacados
Cerro Mangote (5000-3000 a.C.) y Monagrillo (2400-1200 a.C.), ambos cerca de la Bahía de Parita, aportan gran información sobre la vida precolombina.
En estos sitios se encontraron restos que demuestran la importancia de la cacería, la pesca y la recolección.
Además, permiten observar cómo el entorno natural condicionaba la vida de las comunidades, ya que en ese tiempo la línea costera estaba más cerca de lo que está hoy.
Para mí la educación precolombina en Panamá no debe entenderse como una enseñanza formal escrita, sino como un proceso de transmisión de saberes y tradiciones. A través del arte, las costumbres funerarias, la economía de subsistencia y el intercambio cultural, los pueblos indígenas desarrollaron una forma de vida rica en conocimientos y valores. Estos aspectos no solo marcaron la historia antigua del istmo, sino que aún hoy constituyen la base de la identidad panameña, que combina herencias indígenas, coloniales y republicanas.
Es evidente que la historia de Panamá comenzó mucho antes de la llegada de los españoles. La riqueza cultural, artística y espiritual de los pueblos indígenas demuestra que hubo una civilización compleja y desarrollada, aunque no contara con escritura. Llamarla “prehistoria” no implica ausencia de cultura, sino ausencia de textos escritos.
Hace más de 11,000 años los humanos poblaron el Istmo en la época precolombina, sin escritura, comparada con la prehistoria, viviendo en chozas pero con estética, inventiva, sabiduría y religiosidad. Destacaron en artes como orfebrería, alfarería, madera, marfil, concha, piedra y glíptica, siendo grandes artesanos pero no constructores. En la época colonial el arte fue religioso e influenciado por Europa, y desde 1903 se desarrolló un arte con identidad nacional. Las artes y artesanías reflejan el pasado, adaptándose a materiales modernos y manteniendo la identidad panameña.