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Xenofobia y migraciones

INTRODUCCIÓN

La migración se le llama a todo desplazamiento de la población que se produce desde un lugar de origen a otro destino y lleva consigo un cambio de la residencia habitual en el caso de las personas o del hábitat en el caso de las especies animales migratorias. De esta manera desde inicios del hombre se dieron los casos de migraciones en busca de mejores oportunidades, mejores suelos para cultivos, o mejores condiciones del ambiente para las necesidades del hombre, ya sean de trabajo, para la familia, demás.

A su vez migración puede ser comúnmente conocida como el cambio de residencia de una o varias personas de manera temporal o definitiva, generalmente con la intención de mejorar su situación económica así como su desarrollo personal y familiar.

Los motivos que impulsan a los individuos y a los grupos humanos a emigrar son diversos y complejos y no siempre explicables por razones de índole económica. La migración se da porque las personas siempre están buscando las mejores oportunidades para tener una vida mejor. Se trata en el fondo de una cuestión de eficiencia. Ya que las personas siempre buscan las mejores oportunidades, si no las encuentran en el lugar donde están las irán a buscar a otro lugar. No necesariamente todas las opciones que una persona puede desear, en términos de trabajo, educación, cultura, están contenidas dentro de las fronteras de su país y por eso salen a buscarlas en otros lugares.

Este trabajo tiene como objetivo dar a conocer el concepto de migraciones y las consecuencias que lleva a cabo este proceso tal como las xenofobias, los diferentes tipos de migraciones y sus características.

XENOFOBIA Y MIGRACIONES

  1. Migración en Panamá

Existen diversos factores que promueven los movimientos migratorios hacia el territorio de la República de Panamá, y quizás los más destacados son: el turismo de recreo y entretenimiento, el turismo de negocio e inmobiliario, la residencia fiscal, la seguridad que ofrece el país, el costo del nivel de vida, la colocación de inversión de diversa naturaleza, la búsqueda de recursos humanos, y la participación en nuevos proyectos que concitan la atención global.

Mediante el Decreto Ley No. 3 de 22 de febrero de 2008, se modificó el régimen jurídico que regula la materia migratoria en nuestro país y se creo El Servicio Nacional de Migración. En dicho Decreto se establece distintos tipos de Permisos de Residencia que le brinda al extranjero la oportunidad de establecerse temporal (no inmigrante) o permanentemente en nuestro país, de acuerdo a sus necesidades particulares y a las características y requisitos que establece ese nuevo régimen jurídico.

Nuestra oficina a través de sus abogados en Panamá está en absoluta capacidad y disposición de tramitar todo tipo de visas que sean requeridos por nuestros clientes extranjeros para garantizar una licita estancia en Panamá. Las visas de visitante temporal fueron creadas para aquellas personas que sin tener el ánimo de residir en la República de Panamá, requieren su entrada al país por periodos de tiempo determinados para el cumplimiento de fines específicos (de 90 días a 1 año, prorrogables hasta un máximo de 5 años).

La mayoría de las visas de visitantes temporales no permiten al visitante laborar en el territorio nacional, y frente a sus excepciones, limitará al trabajador extranjero al centro laboral donde fue previamente contratado, requiriéndose la renovación de la visa frente a su vencimiento.

Los servicios legales que brinda nuestra oficina en Panamá le permitirá poder obtener las visas que requiera su status en particular de acuerdo a su condición migratoria. Esta asesoría legal en Panamá la brinda nuestra oficina profesional a través de experimentados abogados que le brindarán la asesoría y la atención que usted requiere para resolver su situación migratoria en nuestro Panamá de acuerdo a los más altos estándares de calidad y las tarifas más competitivas.

  1. Migración y justicia social

Aunque la migración siempre ha existido, ahora plantea nuevas preocupaciones económicas, políticas, culturales y eclesiales en el mundo globalizado actual. Las nuevas formas de migración, como el tráfico de personas y el desplazamiento inducido por el desarrollo, amenazan la dignidad humana de millones de personas. La xenofobia va en aumento.

La migración en un mundo globalizado plantea cuestiones sobre las relaciones interreligiosas, la identidad, la justicia, el racismo, la defensa de los derechos y la diaconía. Este proyecto trata de empeñar e interpelar a las iglesias en su trabajo con los migrantes, en particular los refugiados, los desplazados internos y las víctimas del tráfico de personas. Como los lazos entre la xenofobia y el racismo son especialmente fuertes, se hace hincapié en la comprensión del nuevo fenómeno de la migración en el marco de la justicia transformadora que se desarrolló a partir de la labor del CMI en la lucha contra el racismo.

El proyecto utiliza diferentes metodologías: acompañamiento, creación de redes, sensibilización, estudio y consultas. Se centra en actividades para cuya realización el CMI está excepcionalmente capacitado y en el fortalecimiento de las asociaciones con otros interlocutores que trabajan en este campo. Reunir a los asociados ecuménicos para que analicen colectivamente la situación en sus regiones y desarrollen estrategias de defensa de los derechos en relación con la migración y el racismo posibilita el desarrollo de una estrategia mundial de defensa de causas. También permite a la Red Ecuménica Mundial sobre Migración (REMM) sensibilizar más activamente a los organismos intergubernamentales que se ocupan de la migración y el racismo. El proyecto abre un nuevo camino con su intención de reunir las redes ecuménicas sobre migración, racismo y ministerios.

Las nuevas migraciones desde hace años presentes en la sociedad española, al igual que sucede en otros países europeos, plantean nuevos retos de integración social y convivencia democrática entre colectivos humanos cuya diversidad étnica, religiosa o cultural es enriquecedora. No obstante, existe un creciente sector de la ciudadanía europea que observa con temor y rechazo la presencia de inmigrantes y refugiados, deslizándose progresivamente a apoyar posiciones políticas ultranacionalistas que tienen en el discurso xenófobo, racista o antisemita su principal razón de ser.

En noviembre de 1988 se realizaba una encuesta en el EUROBAROMETRO sobre la presencia de extranjeros; la respuesta confirma la alarma del Parlamento al comprobar que un tercio de los europeos opinaban que en su país viven demasiadas personas de otra nacionalidad o étnia, considerando a los inmigrantes como un factor muy negativo para la sociedad. Estas primeras reacciones, paliadas por sucesivas campañas de sensibilización y prevención de la intolerancia, quedarían confirmadas a mediados de los 90 en otro eurobarómetro que recogía respuestas donde uno de cada dos europeos opinaban que existía un excesivo número de inmigrantes en su país, un 33% se consideraba bastante/muy racista y un 67% nada ó poco racista.

En España pese a no superar el 1,5% de la población la presencia de inmigrantes frente a un 6% de la media europea, a comienzos de los 90 un estudio del CIS daba la voz de alarma: el 64% de los españoles veían a los extranjeros como usurpadores potenciales de puestos de trabajo, ocupación que podían desempeñar jóvenes españoles, y el 53% consideraba a los inmigrantes como deflactores, personas que aceptan sueldos más bajos y hacen que los salarios desciendan. En noviembre del año 94, diversos estudios recogían que uno de cada tres ciudadanos españoles identificaban a los inmigrantes con la droga y valorando que quitaban el puesto de trabajo a los españoles.

  1. ¿Hacia dónde va la xenofobia?

Según el último informe titulado “Evolución del Racismo y la Xenofobia en España, 2009” del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE), adscrito a la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración, 3 de cada 4 españoles encuestados piden leyes más drásticas contra la inmigración. La muestra fue de 3000 encuestados. Si para el año 2000, el 36% de españoles y españolas pedía el endurecimiento de las leyes inmigratorias, para el 2004, este porcentaje subió a 56%. Pero ahora, sólo cinco años después, el 75% exige mayor rigidez legal con la inmigración. ¿Qué ocurre con esta España cuya historia está hilvanada de idas y vueltas migratorias en diferentes direcciones y épocas? ¿No es España el Estado democrático moderno, ilustrado y asentado en los derechos fundamentales del ser humano? ¿Cómo explicar esta pre modernidad en una sociedad “posmoderna”? En sus más de 350 páginas, el informe indica que el racismo contra las y los inmigrantes crece de manera alarmante.

Quiere exponer su preocupación por los datos publicados por el CIS, referentes a una percepción por la sociedad española de la inmigración como asociada a la delincuencia, por suponer una falsedad objetiva y una consecuencia de toda una política de criminalización del inmigrante realizada por el gobierno y determinadas autoridades públicas.

Veníamos denunciando desde hace meses esta política de criminalización, con declaraciones públicas irresponsables que falseaban y manipulaban datos, señalando las consecuencias sociales que podía producir, y por desgracia estos datos vienen a confirmar nuestros peores pronósticos. En este sentido, no podemos admitir que un gobierno que constantemente machaca al inmigrante, imposibilitando su regularización y fomentando la inmigración irregular, como el actual español, no tome medidas para impedir estas muestras de xenofobia y utilice políticamente datos como éstos y otros manipulados. Se habla, incluso, en estos datos de que para los españoles hay demasiados inmigrantes, cuando tenemos una de las tasas de extranjeros más baja de Europa, reflejando un discurso de “invasión” que nos llevan vendiendo hace meses. Por ello, queremos hacer público nuestro rechazo a esta relación entre inmigración con delincuencia, nuestra propuesta de contemplar la inmigración como algo positivo para la sociedad y no como un problema y exigimos que quienes han creado este ambiente de creciente xenofobia rectifiquen y asuman sus responsabilidades, tomando las medidas oportunas para transmitir a la sociedad un mensaje diferente, real y positivo respecto de la población inmigrante.

Remitimos a todos los medios y personas interesadas a los informes publicados, entre ellos por nuestra organización, que desmontan esta asociación entre inmigración e inseguridad ciudadana y pedimos a los informadores que se hagan eco de los mismos, que transmitan esta realidad, buscando la verdad y no el sensacionalismo, por el daño que hace a la convivencia.

Igualmente, solicitamos del conjunto de la sociedad una reflexión sobre la marginalidad a la que se está sometiendo a la inmigración, con una política migratoria deshumanizada y únicamente policial y restrictiva, que tiene mucho de causa en la comisión de delitos por determinados inmigrantes. Por todo ello, reiteramos nuestro llamamiento a las instituciones y autoridades para la adopción de medidas que disminuyan esta percepción actual sobre la inmigración. Por último, anunciamos que estamos estudiando la posibilidad de adoptar acciones judiciales frente a quien realice declaraciones como las que en gran medida han motivado datos como los que ahora valoramos, y de seguirse con esta dinámica política de achacar a la inmigración otros problemas sociales como la delincuencia, que nada tienen que ver con el hecho migratorio, tan positivo para todos y todas.

  1. Día Internacional Contra El Racismo y la Xenofobia

El próximo domingo 21 de marzo se conmemora el Día contra el Racismo y la Xenofobia. La ONU declaró en 1996 que todos los estados debía celebrar el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial el 21 de marzo de cada año, instándonos a todos a redoblar los esfuerzos para eliminar todas las formas de racismo.

“El 21 de marzo de 1960, en Sharpeville (Sudáfrica), la policía abrió fuego sobre un grupo de manifestantes que protestaba en forma pacífica contra las leyes discriminatorias basadas en la raza. Sesenta y nueve personas murieron y muchas más resultaron heridas. Cada año el mundo conmemora esa matanza para dirigir la atención a la lucha contra el racismo dondequiera y cuando quiera que ocurra. El tema de este año, “Racismo y discriminación: obstáculos para el desarrollo”, destaca los vínculos entre el racismo, la discriminación y el desarrollo. Las prácticas racistas perjudican a sus víctimas, pero cuando se toleran también limitan las perspectivas de sociedades enteras; impiden que las personas realicen su potencial y que contribuyan plenamente al progreso nacional; y perpetúan desigualdades sociales y económicas profundamente arraigadas. Si no se les hace frente, pueden causar descontento social y conflicto, lo cual socava la estabilidad y el crecimiento económico.

En las últimas décadas se han logrado en el mundo avances considerables contra la discriminación racial. En Sudáfrica se desmanteló el sistema de apartheid, y muchas naciones han promulgado legislación contra la discriminación. Pero queda mucho por hacer. Las leyes en papel no siempre han producido, en la práctica, una mejora de las condiciones. Y en muchos países todavía no se han formulado o aplicado políticas antidiscriminatorias eficaces. De hecho, 42 años después de su aprobación, la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial aún está lejos de la ratificación universal. Es más, recientemente se observa un aumento inquietante de los incidentes de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia en muchas partes del mundo.

Las Naciones Unidas, mediante sus funciones legislativas, de vigilancia de los derechos humanos y de concienciación, desempeñan un papel importante en la lucha contra la discriminación racial. Pero todos y cada uno de nosotros también debemos contribuir: debemos rechazar los actos de discriminación e intolerancia en nuestra vida privada y denunciarlos categóricamente en público. Dada la relación entre el racismo y el desarrollo, este proceder debe considerarse parte integral de las iniciativas locales y nacionales encaminadas a lograr los objetivos de desarrollo del Milenio para 2015.

  1. Migraciones Humanas

La migración de los seres humanos es un fenómeno mundial y está presente en todas las épocas de la historia y en todas partes de nuestro planeta. Muchas culturas y grupos religiosos tienen mitos y referencias a las migraciones, que se remontan a tiempos muy antiguos:

  • el éxodo del pueblo judío desde Egipto,
  • los viajes de San Pedro, San Pablo y Santiago el Mayor en los primeros tiempos del cristianismo,
  • la Hégira de Mahoma,
  • las migraciones de los sefarditas a través de cuatro continentes,
  • la migración desde el lago Titicaca al Cusco en la leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo en el origen del Imperio inca, etc.

Y estos movimientos de la población se han venido incrementando, sobre todo por el enorme desarrollo de los medios de comunicación a partir de la revolución industrial.

  1. La xenofobia humana

La diversidad de la especie humana es nuestro mejor patrimonio. Entre otros bienes, produce diferentes culturas, diferentes conocimientos; conocimientos que no se habrían producido, por lo que no tendríamos acceso a ellos, de no existir tal diversidad. La humanidad sería muy limitada sin esa diversidad y, paradójicamente, produce discriminación y exclusión. El mundo no es una serie de compartimentos estancos y una de cada 35 personas son emigrantes, siendo la migración uno de los fenómenos sociales más importantes de nuestra era (y, quizá, también uno de los más importantes de nuestra evolución). Probablemente las raíces de la xenofobia se encuentren en nuestra hominización. La organización tribal conllevaría enfrentamientos y probables exterminios entre tribus vecinas. El sentimiento xenófobo, la prevención frente al extranjero, así, sería un rasgo evolutivo arcaico, un arquetipo negativo que coexistiría en nosotros con otro positivo, adquirido con nuestra humanización, con nuestra evolución como humanos. Con la formación, de sociedades amplias y permeables y el trasvase de información entre estas sociedades, veríamos al extranjero como portador de esa información y conocimiento. En nosotros coexistirían ambos arquetipos: negativo y positivo; estando en nosotros la racionalización y contención del sentimiento xenófobo, el miedo al diferente, que podría ser innato, reminiscente de nuestra historia evolutiva (lo que justificaría su difícil erradicación y la fácil asimilación de los discursos xenófobos y racistas).

Ciertamente, aquellos que, por inclinación propia o formación recibida, pudieron beber de la leche de las humanidades y aprendieron, de las propias flaquezas, la dura lección de la imperfección y la vulgaridad humanas, esos saben oponerse, de un modo al que llamaríamos natural, […] a toda doctrina racista, cualquiera que sea su origen y fundamentación, de raza o de frontera, de color o de sangre, de casta o religión.

José Saramago.

En la Grecia clásica pueden descubrirse ya rasgos xenófobos, unos rasgos que se aprecian en los escritos platónicos: la sobrevaloración de la «polis», de la propia cultura en detrimento de las demás. En la historia, dependiendo de las civilizaciones y culturas que han entrado en contacto, se ha manifestado xenofibia entre estas civilizaciones y culturas. Así surge el antijudaismo, el racismo contra las etnias americanas, el racismo colonial y neocolonial europeo en África, la repulsa a los gitanos.

  1. Causas de las migraciones

Las migraciones constituyen un fenómeno demográfico sumamente complejo que responde a causas diversas y muy difíciles de determinar, en especial porque debido a las migraciones irregulares o disfrazadas de actividades turísticas o de otra índole, los datos cuantitativos son difíciles de obtener, especialmente en el caso de los países subdesarrollados. Responden a la inquietud generalizada de los seres humanos de buscar siempre un mejor lugar para vivir ya que, como señala Pierre George: La fuente de desigualdad más inevitable (ineluctable en el original) entre los hombres es su lugar de nacimiento y con las migraciones se intenta superar esa desigualdad. Las principales causas de las migraciones son:

    1. Causas políticas

Se refieren a las causas derivadas de las crisis políticas que suelen presentarse en ciertos países. Muchas personas que temen a la persecución y venganza políticas abandonan un país para residenciarse en otro o, al menos, intentan abandonarlo, aunque a menudo pueden llegar inclusive a perder la vida cuando se trata de regímenes totalitarios. Cuando las personas emigran por persecuciones políticas en su propio país se habla de exiliados políticos, como sucedió en el caso de los españoles que huían de la persecución del gobierno franquista después de la Guerra Civil española. Ejemplos de este último caso lo representan Juan David García Bacca y Pablo Vila Dinarés así como muchos otros que se dirigieron a otros países. En Venezuela se produjo en diversas ocasiones el mismo proceso de exilio, pero en sentido inverso a la inmigración de los exiliados españoles y de otros países: el caso de Andrés Eloy Blanco podría señalarse como ejemplo.

    1. Causas culturales

La base cultural de una población determinada es un factor muy importante a la hora de decidir a qué país o lugar se va a emigrar. La cultura (religión, idioma, tradiciones, costumbres, etc.) tiene mucho peso en esta toma de decisiones. Las posibilidades educativas son muy importantes a la hora de decidir las migraciones de un lugar a otro, hasta el punto de que, en el éxodo rural, este factor es a menudo determinante, ya que los que emigran del medio rural al urbano suelen ser adultos jóvenes, que son los que tienen mayores probabilidades de tener hijos pequeños.

    1. Causas socioeconómicas

Son las causas fundamentales en cualquier proceso migratorio. De hecho, existe una relación directa entre desarrollo socioeconómico e inmigración y, por ende, entre subdesarrollo y emigración. La mayor parte de los que emigran lo hacen por motivos económicos, buscando un mejor nivel de vida. La situación de hambre y miseria en muchos países subdesarrollados obliga a muchos emigrantes a arriesgar su vida (y hasta perderla en multitud de ocasiones), con tal de salir de su situación.

    1. Causas familiares

Los vínculos familiares también resultan un factor importante en la decisión de emigrar, sobre todo, en los tiempos más recientes, en los que cualquier emigrante de algún país subdesarrollado, necesita de mucha ayuda para establecerse en otro país de mayor desarrollo económico.

    1. Causas bélicas y otros conflictos internacionales

Constituyen una verdadera fuente de migraciones forzadas, que han dado origen a desplazamientos masivos de la población, huyendo del exterminio o de la persecución del país o ejército vencedor. La Segunda Guerra Mundial en Europa (y también en Asia), así como guerras posteriores en África (Biafra, Uganda, Somalia, Sudán, etc.) y en otras partes del mundo, han dado origen a enormes desplazamientos de la población o, como podemos decir también, migraciones forzadas.

La historia de la humanidad hace referencia a los grandes movimientos culturales, económicos, geográficos y políticos que dieron origen a desplazamientos en masa de la población, tanto espontáneos como forzados. La revolución neolítica de hace unos 9.000 años, y que consistió básicamente en el desarrollo de la agricultura intensiva bajo riego, trajo consigo un desplazamiento enorme de la población en los continentes africano y asiático primero y europeo y americano después, en el que millones de personas abandonaron su modo de vida nómada para hacerse sedentarios. El proceso de esta primera revolución ocurrida en la historia de la humanidad está bien explicado en varias obras de V. Gordon Childe (especialmente en Los orígenes de la civilización.

La formación de los primeros imperios en el Oriente Medio y en el Mediterráneo oriental (Mesopotamia, Egipto, Persia, Media, Grecia, Macedonia, Fenicia y en el Mediterráneo occidental (Cartago y Roma) trajo consigo grandes desplazamientos de pobladores y soldados, que se encargaron de ocupar, tanto libremente como por la fuerza, nuevas tierras. El caso de los colonos romanos que se establecieron en la antigua Dacia (actual Rumanía) puede servir de ejemplo de estos desplazamientos. El periodo de las grandes migraciones sirvió para que muchos pueblos indoeuropeos se establecieran a ambos lados de los antiguos limes (límites) del Imperio Romano. El feudalismo tuvo un efecto dual en cuanto se refiere a las migraciones de población: por una parte fijó a los campesinos al suelo, es decir, a la tierra y aldeas de los distintos feudos. Por la otra, aunque redujo el comercio, aumentó enormemente las guerras de conquista entre los feudos existentes, lo cual dio origen a verdaderas invasiones y desplazamientos masivos de la población, que fueron creciendo con el aumento y transformación de algunos feudos en los Estados Nacionales a fines de la Edad Media lo que, a su vez, determinó la decadencia definitiva del sistema feudal.

En la Baja Edad Media se desarrollaron las redes de las ciudades estado, como la Liga Hanseática en el noroeste europeo y las ciudades surgidas a ambos lados de los pasos a través de los Alpes y en las ciudades del Norte de Italia, con el predominio de Venecia, que llegó a ser la mayor ciudad del mundo gracias al desarrollo del comercio. Estas ciudades crecieron enormemente por el desarrollo del comercio y dieron lugar a grandes desplazamientos o migraciones entre el mundo rural y dichas ciudades, así como el surgimiento de otras aldeas transformadas en burgos dedicados a la manufactura artesanal que alimentaba ese comercio.

Los comienzos de la Edad Moderna marcan el inicio de los viajes de descubrimiento, la formación de Imperios de ultramar, la colonización de otros continentes y países por parte, principalmente, de los países europeos. El desarrollo de la navegación dio lugar a unos desplazamientos masivos de millones de personas que, al mismo tiempo que dieron origen a una verdadera despoblación en muchos países europeos, sirvieron para fundar y poblar muchos países nuevos, sobre todo en América, a través de un proceso que puede considerarse, al mismo tiempo, como una invasión y hasta genocidio (especialmente en los primeros tiempos) pero también como la fundación y desarrollo de un nuevo mundo con una mayor calidad de vida. La ocupación progresiva de la América del Norte por parte de los españoles, franceses e ingleses (en este orden) se hizo más intensa con el descubrimiento de oro y plata en el Oeste del territorio en 1848, pero esta ocupación, sobre todo en el siglo XIX, tuvo caracteres muy distintos a la expansión colonial en Hispanoamérica durante la época colonial.

El desarrollo de la Revolución Industrial dio origen al mayor proceso migratorio de toda la historia que no ha terminado aún, sino que está tomando nuevas formas: el llamado éxodo rural, que involucró a miles de millones de campesinos en todo el mundo que fueron dando origen, a su vez, al crecimiento descontrolado y excesivo de ciudades enormes.

La Gran Emigración europea (1800-1950). Relacionado con el éxodo rural desde comienzos del siglo XIX y durante casi un siglo y medio, millones de europeos pobres emigraron principalmente hacia los países de América y Australia.

A partir de 1950 en adelante se ha venido desarrollando un proceso emigratorio de dimensiones incalculables en los países del Tercer Mundo, especialmente en los más poblados. También relacionado con el éxodo rural, que en el Tercer Mundo comenzó después que en Europa, millones de personas de los países no desarrollados iniciaron un proceso de migraciones hacia Estados Unidos, Europa, Canadá, Japón y Australia, principalmente. Y la dimensión interna de esta gran emigración siempre ha sido mucho mayor que la internacional, lo que está avalado por el hecho notorio de que las grandes ciudades más pobladas del mundo actual han surgido, precisamente, en países del Tercer Mundo (Shanghái, Bombai, México).

El siglo XX, su primera mitad, fue especialmente trágica con el exterminio de millones de personas, justificado por la xenofobia y el racismo. El juicio de Nuremberg puso fin a ese periodo y se suponía concluido. La realidad es que los movimientos nazis, neonazis, racistas y xenófobos han persistido, y reaparecen con mayor fuerza en los momentos de crisis, propicios para despertar los sentimientos xenófobos. En la actualidad, la comunidad internacional muestra una creciente preocupación por la proliferación de estos grupos que, principalmente, infiltrándose en movimientos sociales y encuadrados en partidos de ultraderecha, disfrazando su carácter racista y xenófobo o declarándolo abiertamente, se alimentan de las incertidumbres que genera la actual crisis.

CONCLUSIÓN

Las migraciones son tan antiguas como la humanidad y aparecen en las relaciones más antiguas de casi todas las religiones y culturas que existen. En general, puede decirse que el desarrollo tecnológico siempre ha dado origen a una expansión territorial de los pueblos y al establecimiento de nuevos grupos humanos en lugares cada vez más remotos: el descubrimiento del fuego, por ejemplo, permitió a los seres humanos instalarse en lugares que eran mucho más fríos. Lo mismo podemos decir del descubrimiento de la agricultura (la Revolución Neolítica), de la ganadería y domesticación de animales, de la metalurgia, de las embarcaciones de vela, de la Revolución industrial, del ferrocarril, del motor de explosión (que puso a valer regiones desérticas donde existía petróleo y donde se establecieron mayoritariamente personas llegadas de otras partes) y muchos otros ejemplos.

Las migraciones presentan problemas diferentes: los que se van ejercen un efecto similar al de la disminución de la natalidad, lo que para los países de natalidad alta será un alivio. En cambio, en el país de recepción de inmigrantes, la composición de la población sufre unos cambios sustanciales, como puede verse en la pirámide de la población inmigrante de España, en la que abundan tanto los hombres como las mujeres en edad de trabajar, mientras que la proporción de población menor de 20 años o mayor de 65 es mucho más escasa que la nacional.

BIBLIOGRAFÍA

____________. Migraciones Humanas. http://es.wikipedia.org/wiki/Migraci%C3%B3n_humana

____________. Migración. http://es.wikipedia.org/wiki/Migraci%C3%B3n

_____________. Xenofobia. http://es.wikipedia.org/wiki/Xenofobia

_____________. Migración. www.portalciencia.net/images/migración.jpg

_____________. Servicio Nacional de Migración. www.migracion.gob.pa/

ANEXO

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Migraciones Mapa de migraciones

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Migraciones humanas Ejemplo de migracion

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Xenofobia

Citar este texto en formato APA: _______. (2013). WEBSCOLAR. Xenofobia y migraciones. https://www.webscolar.com/xenofobia-y-migraciones. Fecha de consulta: 24 de April de 2024.

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