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La Resistencia indígena a la invasión española

La Cultura indígena antes de la conquista

Antes de la conquista existía todo un abanico social entre la población indígena, pero a partir de la Colonia esta pluralidad se uniformó en un solo nivel: todos se convirtieron en tributarios. La primitiva población indígena estaba formada por los caribes, al E., los chocoes, al S., y los chibchas, que ocupaban las tierras altas del Oeste. Antes de  la conquista en Panamá había dos millones de indígenas, hoy solamente son 140,000. Los indígenas más numerosos son los guaymi(76,000) y los kuna (47,000).Aunque la constitución de 1972 reconoce los derechos de los indígenas a sus comarcas, la lucha ahora se centra en que esas medidas no se queden en el papel.

A pesar de ello, en algunos casos los españoles reconocieron diferencias entre los indígenas plebeyos y nobles. Caciques y nobles funcionaron como instrumento de los españoles para manejar y administrar a las masas indígenas y en ocasiones eran los representantes de éstas ante los españoles. A cambio, los indios principales recibían beneficios, como porciones de tierras, se les permitía montar a caballo, podían vestirse como los españoles, podían conservar sus riquezas, etcétera. Algunos de estos indígenas eran más ricos que muchos españoles aunque en la escala social siempre estuvieron por debajo de estos.

Características de la conquista

La conquista rompió en mil pedazos el mundo indígena. Este proceso de ocupación territorial se caracterizó por una expansión radial, producto de las rutas de conquista, y la fundación de ciudades que, simultáneamente, se convirtieron en origen de nuevas expediciones y nuevas fundaciones; al mismo tiempo se desarrolló una campaña militar de expansión que consolidó la conquista y dio comienzo a la colonización mediante establecimientos civiles permanentes, las ciudades.

El proceso de ocupación española del territorio fue determinado por la necesidad de ejercer territorialidad y soberanía sobre un espacio tan amplio que no era posible ejercer presencia inmediata en todos los lugares. Por esta razón, y por la relativa dificultad en encontrar tropas y financiación para campañas de conquista simultáneas, sobre una extensión de la cual se desconocía sus verdaderas magnitudes, fue necesario propiciar formas de penetración que, aun dejando áreas interiores sin presencia del conquistador, pudieran incorporarse bajo el manto de la soberanía territorial de los reyes. Esta forma propició expediciones singulares que, como flechas, penetraron en el territorio ejerciendo y llevando adelante, en términos más jurídicos y conceptuales que materiales, la presencia del rey.

La toma de posesión se podía hacer bien por sometimiento en batalla, bien por ocupación del territorio (real o aparentemente) deshabitado, o bien por correría y/o cabalgada. Estas expediciones finalizaban al fundar una ciudad, desde la cual surgían nuevas expediciones similares a las que la originaron y, como estrellas, fueron formando una telaraña que garantizó la cobertura rápida y total sobre el territorio.

Consecuencias inmediatas

Los conquistadores españoles y los oficiales de la colonia intentaron reescribir las historias de los indígenas con la suya propia. Intentaron imponer nuevas creencias, costumbres y actividades y, dentro de esta nueva forma de vida, los indígenas quedaron en una posición de desamparo social. Para empezar, inventaron una nueva categoría de “indio”, el nombre que les dieron a los nativos de las Indias, las posesiones españolas en el Nuevo Mundo (“naturales”). El “indio” era un apelativo mejor por su brevedad; en Hispanoamérica, el “indio” era una persona con derechos diferentes, y un grado diferente de humanidad. Los “indios” eran menores ante la ley, niños culturales. A la vez que forzaban el estatus de “indio” para describir a millones de personas diferentes, los españoles intentaron modelar una historia común para las Indias, y conectarla a las ideas del Cristianismo que daban forma a la historia.

El trato deshumano a los grupos marginados en el Istmo propició su lucha por la libertad, representados en figuras clave como Urracá por parte de los indígenas y Bayano por parte de los cimarrones. Ambos todavía son orgullosamente recordados en Panamá.

El descubrimiento del Darién, región comprendida entre el Golfo de Urabá y el Istmo de Panamá, fue el resultado de expediciones con fines mercantiles y de exploración iniciadas a principios del siglo XVI. Desde 1509 la Corona impulsa la conquista del área, considerada potencialmente rica en oro y esclavos. Los colonizadores que venían de España a conquistar el territorio americano, se encontraban personas de todas las clases sociales movidas por motivos muy, diversos. Esta heterogénea población se agrupaba en ciudades, pequeños poblados o vivía en haciendas o ranchos. Los colonizadores traían consigo los elementos culturales, mezclándose, cultural y racialmente con autóctono americano, de manera que se consolida la conquista, se crea un “Nuevo mundo”, una cultura, un nuevo grupo humano.

La conquista y colonización española en el Istmo de Panamá no fue una empresa fácil. Desde sus inicios, los naturales de estas tierras, defendieron su terruño a precio de sangre. Desde la llegada de Cristóbal Colon en su cuarto viaje, los españoles entraron en conflicto con los indígenas, encabezados por el cacique Quibian, quien logró sublevar a las demás tribus contra población fundada por este de Santa María de Belén, obligando a los colonizadores a abandonarla.

El Gobernador Diego De Nicuesa no pudo establecer una colonia en Portobelo por la hostilidad de los indígenas, por lo que se trasladó a un lugar cercano a Punta Manzanillo, sitio al que llamó Nombre de Dios, donde levantó una fortaleza a fin de combatir el ataque de los indígenas residentes en el área. La constante hostilidad de los indígenas provocó que los españoles quedaran reducidos a una situación precaria, toda vez que los cultivos fueron arrasados por aquellos. El Cacique Cémaco, quien ofreció gran resistencia a los españoles. Al ser vencido, en septiembre de 1510, los españoles fundan la población de Santa María de La Antigua del Darién. Posteriormente, Balboa somete las tribus de los caciques Careta y Ponca. Para 1513, dirige una expedición conformada por 190 hombres y una gran cantidad de perros. Enfrentándose a las tribus de Cuarecua, Torchea, Chiapes, Coquera, Tumaco, Teoca, Pacra, Buguebugue, Bononaima, Chiorizo y Tubanamá, a quienes venció y logró obtener gran botín.

En la región central del Istmo, los españoles llegaron hasta las tierras del cacique Penonomé, quien huyó a las montañas, mientras que el cacique Nata les facilitó provisiones. La expedición logró vencer a Escoria, y recorrió el cauce del actual río Santa María, llegando a la región conocida como Parita, donde gobernaba el cacique París. Este intentó alejar a los españoles, enviándoles tesoros en oro, no obstante, la codicia de los españoles se acrecentó y aprovechando las penumbras de la noche, atacaron el asentamiento del cacique, arrasando con todo objeto de valor. PARÍS logró juntar una fuerza que atacó la expedición española, logrando arrebatarle los tesoros y esclavos obtenidos durante su travesía.

Con una fuerza de 200 hombres, Gaspar De Espinoza salió de Santa María de La Antigua a fin de someter a los indígenas que habían atacado las poblaciones españolas fundadas en tierras de Pocorosa y Tubanamá. En 1520 se funda la población de Natá de los Caballeros, la cual debía servir como base para las exploraciones en el resto del Istmo, y en especial, para efectuar las campañas necesarias a fin de someter al indómito Urraca, quien dominaba desde las montañas veragüenses. Urraca resistió las diversas expediciones españoles durante casi nueve años, logrando vencer al ejército conquistador, dirigido por Gaspar De Espinoza, Francisco Pizarro, Francisco De Compañon, Hernando De Soto y otros.

Urraca, se propuso atacar la población española de Nata a fin de expulsar a los invasores. El mismo logró hacer alianzas con las tribus tradicionalmente enemigas, a fin de vencer al enemigo común. Jefes como Ponca, Dures, Duraria, Bulaba, Guisia, Guaniaga, Tabor, Guracona, Guaniagos y los grandes señores veragüenses, y de otras tribus, se unieron bajo la dirección de este valiente jefe. La llegada de Ponce De Leon supuso que Urraca levantara el cerco. Días más tarde, el propio Pedro Arias De Avila, Gobernador y Capitán General de Castilla de Oro, llegó con nuevas fuerzas. Por más de nueve años, los españoles intentaron someter al Cacique Urraca en la serranía veragüense.

Consecuencias posteriores

Cambios en la situación del Istmo Panamá, la Vieja (1519-1671) Casco Viejo (1673 – Presente) Los cambios internacional surgidos entre el Siglo XVI y Siglo XVIII tuvieron repercusiones para el Istmo de Panamá; uno de los más impactantes fue la destrucción de la ciudad original y su traslado a una zona amurallada. Para los escritores tuvo repercusiones sociales como la distinción entre “los de adentro y los de afuera” (de la muralla) para marcar el rango económico del individuo.

El terrible choque moral y físico de la conquista provocó que muchas mujeres indígenas dejaran de procrear, o se practicaran abortos, para impedir que sus hijos nacieran en las condiciones que sufrían sus familias. También hubo suicidios y una gran cantidad de muertes provocadas por excesivas cargas de trabajo. Poblaciones completas de indígenas prácticamente desaparecieron de las franjas costeras a causa de enfermedades tropicales y por condiciones inhumanas de vida que ahí se daban.

En teoría, las leyes españolas protegían a los indígenas de la sobrexplotación del conquistador español y había leyes diferentes para unos y otros. Esta legislación concebía al indígena como un menor de edad, sin capacidad para tomar decisiones por sí mismo, siempre necesitando a un tutor español que respondiera por él. Además, en un principio, se intentó aislar a los indígenas en sus propias comunidades -“pueblos de indios”- en donde estaba prohibido que vivieran los españoles.

El objetivo primordial de la conquista española consistió en la explotación de metales preciosos para colocarlos en el mercado europeo. El espíritu de cruzada, la divulgación del cristianismo, el ansia de fama y de gloria de los conquistadores -hijos del despertar renacentista- fueron factores que coadyuvaron, pero no imprimieron a la conquista su característica esencial e histórica. Aunque la colonización del Istmo por España trajo a Panamá su principal base de cultura – la hispánica – también tuvo repercusiones negativas como la marginalización de las culturas autóctonas y si bien se pretendió darle una solución en su momento, ésta resultó ser la esclavización de grupos traídos de África.

El contagio de las enfermedades que los europeos llevaron consigo (viruela, tifus, fiebre amarilla, etc.) produjo un colapso de la población americana que produjo un gran impacto en la mortandad. Igualmente vinieron enfermedades de las Américas como la en su día temida Sífilis (que diezmo la población europea desde las posesiones españolas en Italia en 1494).

Los idiomas posteriores que se impusieron obligatoriamente fueron el idioma español y portugués en sus respectivas zonas de influencia. La religión católica paso a ser oficial. Se generó una población con altos niveles de mestizaje genético y cultural entre pueblos originarios, africanos subsaharianos, y los europeos. La principal riqueza generada por los territorios españoles y colonias portuguesas en América fue la extracción del oro y la plata. “En los primeros 150 años de conquista, 17 mil toneladas de plata y unos 200 toneladas de oro arribaron a España”.

Otra importante consecuencia de la llegada de los europeos a América, fue la difusión mundial de los alimentos que habían sido desarrollados por las culturas americanas y que hoy se estima constituyen el 75% de los alimentos consumidos por la Humanidad, entre ellos el maíz, la papa (o patata como se denomina en España), la batata, la calabaza, el tomate, el chocolate, la vainilla, los ajíes, la palta (o aguacate). Otros productos importantes desarrollados en América son la goma, el tabaco, etc.

Por otro lado, los españoles primero y los europeos después llevaran consigo a América animales tan útiles como los caballos, burros, asnos y ganado, como las vacas castellanas, los bueyes, las ovejas y animales de granja como los cerdos, las gallinas / gallos, conejos… Así como ciertos árboles frutales, la cebada, la avena, el centeno y el trigo de la Península Ibérica y la caña de azúcar de la islas Canarias o Madeira, que tanto éxito tuvo en el Caribe o el mismísimo café de las colonias portuguesas en África. La llegada de Colón a América causó también una gran expansión de la navegación y el comercio entre pueblos que se volvió mundial.

La misma situación de desamparo provocó un alcoholismo crónico entre los indígenas, a veces fomentado por los mismos españoles para debilitarlos. Como una medida de supervivencia, muchos indígenas se hispanizaron. Los “indios ladinos” hablaban español e imitaba a los españoles y a los mestizos en su forma de vestir y de vida. El ladino abandonó casi todas las costumbres tradicionales de su raza y por eso se le consideraba un traidor entre la comunidad indígena.

Citar este texto en formato APA: _______. (2013). WEBSCOLAR. La Resistencia indígena a la invasión española. https://www.webscolar.com/la-resistencia-indigena-a-la-invasion-espanola. Fecha de consulta: 24 de April de 2024.

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Comentarios

Un Comentario en “La Resistencia indígena a la invasión española”

  1. norliebys dijo:

    y por que resistieron a la llegada de los europeos los españoles

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