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La población colonial fundada en el istmo de Panamá

INTRODUCCIÓN

El imperio español instauró el Virreinato de Nueva España en 1535, luego de la caída del imperio azteca a manos de Hernán Cortés, considerando la enormidad territorial de sus nuevos dominios. Su territorio abarcó una gran extensión cuyo centro natural era el valle de México. Sobre los cimientos de la monumental Tenochtitlan, la capital azteca, se erigió Ciudad de México, sede de la corte virreinal durante todo el período colonial. El primer Virrey fue don Antonio de Mendoza, conde de Tendilla. El virreinato comprendía, por el Sur, toda la América Central (Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras y Costa Rica), salvo la gobernación de Castilla de Oro con la estratégica ciudad de Panamá.

El papel transitista que ha sostenido el istmo, desde su conquista por los españoles, sirvió de fundamento para el desarrollo del centro urbano más Importante: La Ciudad de Panamá.

La escasa información disponible hace imposible precisar cuál era la población de Panamá cuando se inició la colonización, por parte de los españoles, en los primeros años del Siglo XVI.

La confección de este trabajo intenta dar a conocer las poblaciones que fueron formadas por los colonos en el Istmo durante su conquista, las poblaciones que se formaron y demás aspectos que tengan relación con la población colona durante esa época.

LA POBLACIÓN COLONIAL FUNDADA EN EL ISTMO DE PANAMÁ

Cuando los españoles llegaron al Istmo de Panamá, se encontraron con un manto de cacicazgos, diseminados por todo el Istmo de Panamá. La Mayoría de ellos, en la parte insular y en las costas del pacífico. Sin embargo, por razones del elemento invasor y por la búsqueda de mejores condiciones climáticas y alimentación, emigraron a otros sectores.

Lo cierto es, que hoy día tenemos un panorama distinto, incluyendo la reducción de muchos de estos grupos, por ejemplo, por la aculturación anglosajona, como en el caso del grupo Kuna.

La población de la Nueva España llegó a tener unos seis millones de habitantes, los cuales estuvieron divididos en cuatro grandes sectores: indios, mestizos y castas, criollos y peninsulares.

El sector más numeroso de la población colonial fue el de los indios. Eran despreciados y explotados por las demás clases sociales, estaban separados de ellas por el idioma y la civilización. El gobierno colonial nunca los incorporó a la civilización europea, por eso llevaron una vida primitiva y triste. El derecho de conquista los convirtió en encomendados, es decir, en jornaleros de los grandes propietarios, que los ocupaban en las labores más pesadas de los campos y las minas, laborando de sol a sol, percibiendo un mísero jornal, que era absorbido como se escribió anteriormente por la tienda de raya. Se les castigaba despiadadamente y sus protestas siempre fueron ahogadas en sangre para escarmiento de los demás.

Esta situación de menosprecio hacia los indios despertó en éstos un odio profundo hacia los blancos, que con el tiempo tuvo que estallar en sublevaciones y motines sangrientos.

Los españoles encontraron un territorio densamente poblado, algunos lo fijan en una población de un millón de habitantes.  Otros, más conservadores, lo establecen entre 600,000 y 700,000 habitantes. De igual forma, se encontraron grandes cacicazgos, organizados política y militarmente, de tipo teocrático, con una nobleza sacerdotal con varios estratos sociales: nobles, militares, sacerdotes, pueblo y esclavos.  Representados en el centro del territorio por Esquina, Urracá, París, Escoria, Natá y Chirú y por pueblos amerindios ahora desaparecidos del occidente como los Chánguenas, Doraces y Zuríes. Como descendientes de estos pueblos, encuentran los actuales Ngöbe-Buglere-Guaymí, los que ocupan las tierras altas de Veraguas, Chiríquí y Bocas del Toro.

Se posee muy escaza información sobre el estado de la población colonial en el Istmo, el historiador colombiano, General Acosta, citado por Justo Arosemena en su conocido “Estado Federal de Panamá”, dice: “Carecemos, respecto de la población del istmo a la época del descubrimiento, de datos seguros, y sólo puede inferirse el número de habitantes por el de las tribus independientes Algunas presentaron a los españoles más de cuatro mil combatientes y aunque en ello es de suponerse alguna exageración, no deja de ser cierto que para detener y perseguir, por días enteros, tropas de castellanos bien armados, y de más de doscientos hombres algunas veces, eran ciertamente menester millares de indios desnudos y desprovistos de armas eficaces No parece, pues, aventurado, pensar que la población del territorio que hoy comprende las provincias de Panamá y Veraguas pasaba de 300,000 almas”.

La cifra citada por Acosta podría parecer exagerada cuando se observa que ésta es ligeramente inferior a la suministrada, 400 años después, por el censo levantado en la era republicana, en 1911. Sobre el particular, conviene señalar algunos hechos que caracterizaron la colonización española, por su influencia determinante en la demografía latinoamericana.

Felipe Pérez, en su “Geografía General Física y Política de los Estados Unidos de Colombia”, al referirse a la colonización de lo que hoy constituyen las repúblicas de Colombia y Panamá, expresa: “Ningún español vino a los Estados Colombianos, como tampoco a punto alguno de la América Latina, con los sentimientos de filantropía y de progreso que trajo Guillermo Penn a Nueva Inglaterra Proceder semejante no tardo en dar sus amargos frutos, y en pocos años los diez millones de indígenas que habla al tiempo de la conquista en nuestro país, diezmados por la guerra, el maltrato y las enfermedades importadas de Europa, quedaron reducidos a menos de 200,000 La guerra que se hizo a los americanos fue guerra a muerte, de ahí la despoblación rapidísima de los países descubiertos”.

A fines del siglo XVII, la población del Istmo tuvo que enfrentarse al terror que esparcieron los filibusteros ingleses por nuestras costas. Encabezados por Henry Morgan, arrasaron las principales ciudades de entonces: Panamá y Portobelo. La primera, fundada en 1515, llegó a ser el centro del comercio colonial entre los galeones españoles y la costa occidental de la América del Sur. La segunda, fundada en 1597 en el litoral del Caribe, sirvió por muchos años como terminal Atlántico del tráfico ístmico. Todavía a mediados del Siglo XVIII, Portobelo se veía afectado por los ataques de los piratas, lo cual obligó a la Corona española a abrir otros puertos al comercio y a desviar el tráfico de la costa occidental de Sur América por la vía del Cabo de Hornos.

El decaimiento del comercio, la incidencia de las enfermedades, los frecuentes incendios y las perturbaciones políticas, contribuyeron al agudo abatimiento que el Istmo sufría al finalizar el Siglo XVIII. Tan rápida fue la reducción de la población del Istmo de Panamá en aquella época, que en 1789, Francisco Silvestre, Oficial Mayor de la Secretaría del Virreynato de Santa Fe de Bogotá, estimaba la población del Istmo en sólo 60,000 habitantes.

La misma fuente informa que de este total, 14,000 eran indios. No obstante, es de suponer que esta cifra debe estar algo subestimada, ya que por esa fecha aún existían grupos aborígenes que no hablan sido sojuzgados por el conquistador español, y que, por tanto, no entraron en este recuento.

El exterminio al que se somete la población que ocupaba la región de Bayano y Darién, permite que durante el siglo XVI esta área fuese ocupada por la cultura Kuna y mucho más tarde, del siglo XVIII en adelante, por la cultura Chocoe, de la lengua Emberá y Waunana, estas últimas, proceden de las regiones de Urabá y del Chocó.

De acuerdo a Peter H. Herlihy, los indios Emberá y Wounan vivían mayoritariamente en el territorio de lo que hoy se conoce como el Departamento del Chocó en la República de Colombia. Ambos grupos tienen una cultura e historia similar.

Antes del siglo XVIII, la región del Darién (hoy en la República de Panamá), estaba habitada por los Indios Kunas y no chocoes. Es probable que desde el tiempo precolombino, los Emberá habitaron la parte sud-este del Darién.

Durante el siglo XVII las poblaciones kunas amenazaban las expectativas españolas en colonizar la región. Entre 1719 a 1726, los kunas del Darién lucharon contra la dominación española. Colaboraron con los piratas, escondiéndolos en los ríos del área para atacar a los españoles. Ante tal amenaza, para 1783, la Corona expide una Real Orden para la “reducción” o “extinción” de los kunas.

Los españoles emplearon a los indios Chocoes de Colombia, quienes armados con cerbatanas y dardos venenosos, formaron un “ejército de choque”.   Unidos con los negros y españoles, logran echar a los kunas hasta las cabeceras de los ríos Chucunaque y Tuira.

Reina Torres De Arauz sostiene que no es posible señalar que los actuales grupos culturales que existen en la actualidad en Panamá, sean descendientes directos de las culturas indígenas que se encontraban en el Istmo al momento de la conquista. Considerando que el trauma producido por la conquista europea, motivó la desaparición masiva de grupos indígenas y la migración de otros, es imposible pretender, sin mayores pruebas arqueológicas y etnológicas, que los kunas sean descendientes de los Cuevas y que los Guaymíes lo sean de las culturas que habitaban en las Provincias Centrales. Es probable que los remanentes de las poblaciones indígenas ístmicas fueran absorbidas por otros grupos indígenas procedentes del sector curricum-caribee, del litoral pacífico colombiano y de la Zona de Talamanca de Costa Rica. Por otra parte, los misioneros y colonizadores españoles, con su reducción de indios y fundación de pueblos, como también la importación de indios esclavos de Centro y Sur América, introdujeron en los siglos XVI y XVII indígenas de diversas filiaciones linguística-culturales. Todo ello motivó la desaparición de culturas y las amalgamas de otras, que habrían tenido como base el remanente de los grupos aborígenes de la región.

  1. ESCALAS SOCIALES

A fines del siglo XVIII, se observa que la Sociedad Colonial de Panamá estaba constituida, básicamente, por “cuatro grupos sociales: los españoles europeos; los criollos, hijos de aquellos pero nacidos en América; los indios (aborígenes) y los negros, libres o esclavos”

Componiéndose la población del Istmo de Panamá de blancos, Indios aborígenes unos negros, como razas primitivas, uno de los cruzamientos de éstas, de que resultaran el sesterón, el quinteron, el cuarteron, el mestizo, el mulato y el zambo, los españoles, hicieron de los colores personales de los colonos una escala social injenlosa, en provecho de la seguridad del mantenimiento material de la colonia. Supusieron que según el color del hombre, era su valimento para con la sociedad. De aquí la graduación siguiente: primero el blanco, luego, por este orden sucesivo, el sesteron, el quinteron, el cuarteron, el mestizo, el mulato, como ejendros de la raza blanca, y más después el zambo y el negro, siendo aquel ejendro indio.

Divididos de este modo los colonos en la manera de estimarse por el juicio público se hacia difícil que se unieran para una conjuración contra el dominio español, por cuanto los que ocupaban un lugar elevado en esa escala artificial, se habrían no sólo creído degradados formando causa común con los que se hallaban en un lugar inferior sino que reputaran la sublevación contra los españoles como propia, por emanar, en parte, de ellos, en su conformación física.

Tal era la preocupación de los pobladores del Istmo a este respecto, que para los matrimonios había sus reglas de proceder relativamente a los esponsales. Un blanco, por ejemplo, no podía comprometerse al casamiento con una mestiza, o mulata, porque su padre no le otorgarla su permiso, y un mulato no podía esperar la licencia paterna para unirse en matrimonio con una zamba, o negra. Cuánta ofensa a la naturaleza, cuánta falta de filosofía. Respecto del servicio doméstico, ocurrían también embarazos: un blanco no servía en clase de mozo a un sesteron o quinteron, y un mulato no se sujetaba al servicio de un zambo o negro. Hasta en los negocios eclesiásticos se daba atención a esta aristocracia de nueve género, pues sólo a los blancos, o a los bastante adelantados a éstos en su color, se les conferían las órdenes in sacris.

Los indios que quedaron en el Istmo, después de la matanza que tuvo lugar al tiempo de la conquista, formaron pueblos a imitación de los otros habitados por la clase de hombres civilizados, con excepción de los salvajes errantes del Darién y Chepo. Estos sin embargo, de vez en cuando venían a nuestras poblaciones a vender la pita, la bolsa o chácara tejida de pita, las jabas o canastos de cortezas de vegetales, aceite de canime, yerbas, gomas medicinales, caraña y otras cosas, que cambiaban por anzuelos, cuchillos, cuchillas, hilo, agujas, cuentas, cascabeles Y géneros toscos para sus vestidos.

Las hostilidades de los indios de Chepo provenían en parte de las sugestiones que los ingleses de la colonia de Mandinga les hacían, para impedir que los españoles la atacaran desalojando a los ingleses del Norte de Chepo que ocuparan, sin permiso del Comandante general, Gobernador de Panamá. No consintiendo tales indios, que la gente del Istmo súbdita, penetrara a las comarcas indígenas, venían a ser éstas el antemural de defensa de Mandinga, que estaba en alianza con ellas.

  1. FORMACIÓN DE LAS POBLACIONES

A fin de lograr la plena colonización del Istmo de Panamá, se fundaron diversos asentamientos españoles a lo largo del territorio conquistado.

El primer establecimiento español fue Santa María de Belén, fundada 1503 por el Almirante Cristóbal Colon, quien en su cuarto viaje, quiso dejar una población a fin de asegurar el dominio sobre las costas veragüenses.  Esta población tuvo vida efímera en razón del constante ataque de los indígenas.

En 1510 Diego De Nicuesa, quien fungía como Gobernador de Castilla de Oro, llegó al lugar que Colon había bautizado como Bastimentos, estableciendo una fortaleza a fin de resistir la agresión de los indígenas.  Este lugar fue llamado Nombre de Dios,  el cual posteriormente, jugó un papel importante en la vida colonial del Istmo de Panamá.

A finales de 1510, los antiguos pobladores de la colonia de San Sebastián, encabezados por Martin Fernández De Enciso, Vasco Núñez De Balboa y otros, fundaron la población de Santa María de la Antigua del Darién, luego de vencer al Cacique Cemaco.  En esta población se estableció el primer gobierno municipal en América.  No obstante, con la fundación de la ciudad de Panamá, esta población desapareció desde 1524.

A finales de 1515, el Gobernador Pedro Arias De Ávila, fundó Acla, puerto en la costa norte del Istmo.  En este lugar fue juzgado y decapitado el Adelantado Vasco Núñez De Balboa.    La misma fue abandonada en 1532.  De igual forma, durante la gestión de Pedrarias, se establecieron las poblaciones de Santa Cruz en tierras de Pocorosa y  Los Anades, en territorio de Tubanama.   Ambas fueron fundadas por  Juan De Ayora, lugarteniente del Gobernador.

El 15 de agosto de 1519, en la Solemnidad de Nuestra Señora de la Asunción, Pedrarias Dávilafunda la Ciudad de Panamá, la cual, según cronistas de la época colonial, rivalizaba en riquezas con Lima y México, ambas sedes de los más grandes virreinatos en América.

Una expedición dirigida por Gaspar De Espinoza, llegó hasta tierras del cacique Nata.  En ese lugar, dispuso fundar una población, la cual fue destruida por los indígenas en 1531.   Otros conquistadores como Hernán Poncey Bartolomé Hurtadorecorrieron las tierras chiricanas, donde fundaron la población de Fonseca, la cual no logro subsistir.

Durante el período colonial, se fundaron las siguientes poblaciones en el interior del Istmo de Panamá:

POBLACIONES FUNDADAS A LO LARGO

DE LA COLONIA ESPAÑOLA

AÑO POBLACIÓN UBICACIÓN ESTADO
1554 Badajoz Bocas del Toro
1556 Santa Cruz

(Villa de Los Santos)

Península de Azuero aún existe
1556 Santa Elena

(Santo Domingo de Parita)

Península de Azuero aún existe
1556 Santiago de Olá Coclé aún existe
1557 Santa Fe Veraguas aún existe
1557 Concepción Veraguas
1579 Santiago del Príncipe Colón
1581 Penonomé Coclé
1589 Nuestra Señora de Remedios Chiriquí aún existe
1591 San Pedro de Montijo Veraguas aún existe
1591 Santiago de Alanje Chiriquí aún existe
1597 San Felipe de Portobelo Colón aún existe
1605 – 1614 San Pablo del Platanar Chiriquí
1605 – 1614 San Pablo de Aspatara Chiriquí
1606 – 1614 San Felix Chiriquí aún existe
1607 – 1614 Santiago de Guavala Chiriquí
1608 – 1614 Nueva Lisboa Veraguas
1609 – 1614 San Antonio de Pradera Veraguas
1614
San Cristóbal de Chepo Panamá aún existe
Chimán Panamá aún existe
Corozal Panamá
Atalaya Veraguas aún existe
San Francisco de la Montaña Veraguas aún existe
San Lorenzo Palenque Colón aún existe
Minas de Santa María
Venta de Boquerón
San Marcelo de Las Palmas Veraguas
1638 San Jerónimo de Yaviza Darién aún existe
1638
San Enrique de Pinogama Darién aún existe
El Real de Santa María Darién aún existe
Tucutí Darién aún existe
Molneca Darién
1671
Las Tablas Los Santos
Santa Cruz de Cana
San Elías
Nuestra Señora de la Concepción Darién
San Carlos de Chirú Veraguas
Tolé Chiriquí aún existe
1793 – 1803 Dolega Chiriquí aún existe
1794 – 1803 Gualaca Chiriquí aún existe
  1. OTROS FACTORES QUE AFECTARON A LA POBLACIÓN DEL ISTMO

Los movimientos de liberación de las colonias latinoamericanas se inician en 1810 con la independencia de “Nueva Granada” y culminan en Panamá con el movimiento separatista de noviembre de 1821 y nuestra anexión a la Gran Federación de Colombia, bajo el nombre de “Departamento del Istmo”. En el censo general de población de Nueva Granada, levantado en 1835, las provincias que integraban entonces el Istmo registraron 115,000 habitantes. Al comparar esta cifra con la población estimada para 1789, se deduce una tasa promedio de crecimiento anual de 2 por ciento, aplicable a los 46 años del periodo 1789-1835.

No obstante, durante la época en que el Istmo estuvo unido a Colombia, se sucedieron acontecimientos de Índole política y económica que afectaron en forma más profunda que en el periodo anteriormente analizado, el desarrollo de nuestra población.

Aunque el descubrimiento de las Minas de Oro de California vino a inyectar, transitoriamente, nueva vida a las provincias del Istmo, así como la construcción del ferrocarril de Panamá, que se inició alrededor de 1850. Ocasión en que la avalancha de pobladores europeos y asiáticos que se produjo en ese momento, así como el flujo de mercaderías y metales, le devolvieron a Panamá su puesto de crucero de las rutas comerciales del mundo; sin embargo, el censo general de población levantado en 1851, sólo registraba 138,000 habitantes en el Istmo, determinando una tasa de crecimiento anual inferior a la observada en los primeros años de unión a Colombia (1.25%).

La reducción de la velocidad de crecimiento de la población en esta época, debió estar determinada, en gran medida, por los efectos de las terribles plagas que azotaban al territorio panameño en aquel entonces. A manera de ejemplo, se destaca la epidemia de cólera que tuvo efectos devastadores en la población istmeña durante los años 1849 y 1850. A ello es preciso agregar los reiterados intentos separatistas del Istmo durante su periodo de anexión a Colombia, así como las constantes luchas internas que azotaron el territorio colombiano, y que en nuestro país tuvieron consecuencias desastrosas.

La iniciación de los trabajos de excavación del Canal de Panamá en 1880, encuentra a nuestro país con una población aproximada de 220,000 personas (censo de 1871), lo cual determina la tasa de crecimiento más alta del periodo en estudio (3%), semejante a la actual velocidad de crecimiento de la población del Istmo.

Afectada aún por los acontecimientos económicos y políticos a los cuales se ha hecho referencia, la población del país siguió creciendo en los años posteriores a 1870, pero a un ritmo más lento que el indicado para el periodo 1851-1871.

Si se consideran aceptables las estimaciones dadas por Francisco Posada, en el “Directorio General de la Ciudad de Panamá y Reseña Histórica Geográfica del Departamento”, publicado en 1897, nuestro país tendría por el año 1896, alrededor de 311,000 habitantes, y una tasa de crecimiento anual, aproximada, de 1.65%. Instaurada la República en 1903, el país parece abocarse definitivamente a una era de estabilidad, pero aún hay que considerar el efecto que en nuestra población tendría la construcción y apertura del Canal de Panamá, cuya responsabilidad fue adquirida por los Estados Unidos de Norteamérica a partir de 1904, después de haber fracasado en su intento la Sociedad Civil Internacional del Canal Interoceánico, radicada en París.

Aunque la construcción y funcionamiento del Canal no parece haber afectado fundamentalmente el ritmo del crecimiento total de la población istmeña, sí afectó, como se verá más adelante, la distribución de la población dentro del territorio nacional.

Los aborígenes del Istmo, es decir, los que lo poblaban en exclusividad a la llegada de los españoles a América, de acuerdo con el censo de 1970, apenas representan hoy día el 5% del total de la población del país, siendo su velocidad de crecimiento la mitad de la experimentada por el total de la población (1.7%). Este índice nos está sugiriendo varios hechos: En primer lugar, puede explicar este bajo crecimiento de la población la prevalencia de una mortalidad más alta en estas áreas, que la que suele observarse en la generalidad de los sectores rurales del país. Por otro lado, la incorporación de algunos de estos grupos aborígenes a la vida nacional puede estar encubriendo la verdadera dinámica de esta población. Ya que, según la definición censal, se considera indígenas sólo a aquellos aborígenes que viven bajo una organización tribal, en lugares poblados situados en regiones habitadas, principalmente, por ellos, y que, por lo general, hablan un dialecto y conservan sus tradiciones y costumbres.

Resumiendo, de todo lo dicho anteriormente se desprende que hoy por hoy, el país tiene una dinámica propia, determinada casi en su totalidad por los nacidos en el país. Y como un adelanto a las predicciones del futuro, que se analizan en un capitulo posterior, se señala que, de continuarse con el incremento actual de la población, nuestro país alcanzarla los tres millones de personas, cerca del año 1995.

CONCLUSIÓN

  • Debido a la escasez de información en esa época no se pueden hacer un informe exacto del estado verdadero de la población colonial del Istmo.
  • La colonización española tuvo gran influencia en la evolución de la población del Istmo de Panamá.
  • El mestizaje entre pobladores, españoles, esclavos y demás originó la evolución de la población en el Istmo panameño.
  • La gran mayoría de las poblaciones fundadas en el Istmo panameño todavía existen y son pobladas por indígenas de la región.
  • En la actualidad esta población colonial que fue compuesta por indígenas se ha visto reducida en nuestros días debido al mestizaje.

BIBLIOGRAFÍA

_________. Fundación de nuevas poblaciones en el interior del Istmo. http://panamahistoria.tripod.com/Poblaciones.htm

_________. La Organización Social Y Política

bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=panamacostumbres6.pdf

CARRASCO, A. Entorno Económico de la Nueva España. http://www.eumed.net/eve/resum/06-04/acd.htm

LUZCANDO, L. Panamá y su gente. http://www.monografias.com/trabajos10/grupos/grupos.shtml

MARIANO, A. Apuntamientos Históricos (1801-1840). Bibliografía de Autores Panameños. Panamá, 1949.

MÉDICA, V. la Población de Panamá. CICRED. 1974. http://www.cicred.org/Eng/Publications/pdf/c-c39.pdf

SAAVEDRA, J. Alma de Azuero. Panamá, 1967. Imprenta La Estrella de Panamá.

ANEXO

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Mapa de la época de la colonia con los pueblos indios trazados

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Imagen de los mestizajes que se producían en la época de la colonia

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Cristóbal Colon al llegar al Istmo de Panamá

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Resistencia indígena ante la colonización española

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Sistema de clasificación racial de la época colonial

Citar este texto en formato APA: _______. (2013). WEBSCOLAR. La población colonial fundada en el istmo de Panamá. https://www.webscolar.com/la-poblacion-colonial-fundada-en-el-istmo-de-panama. Fecha de consulta: 24 de April de 2024.

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Comentarios

Un Comentario en “La población colonial fundada en el istmo de Panamá”

  1. jackeline Abrego dijo:

    neceiso información sobre manifestaciones culturales en la sociedad colonil del istmo de Panamá, (arquitectura, literatura, otras), educación: los jesuitas y las instituciones educativas.
    por favor y gracias

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