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Principios que fundamentan toda acción educativa

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La educación es la actividad dirigida a la optimización de todas y cada una de las capacidades de la persona, luego en todo proceso educativo debe darse un equilibrio constante entre el desarrollo de las aptitudes propias de cada persona (individualización), con su integración óptima en el contexto en el que habita (socialización). La interacción positiva entre las aptitudes y la integración es uno de los factores clave para el logro de la educación. Los seres humanos somos iguales, compartimos la misma naturaleza humana, pero también diferentes, puesto que cada uno es capaz de pensar, decidir y actual por sí mismo, se hace así mismo, y es responsable de sus acciones, de lo que ha sido, es y debería ser. Tenemos que tener en cuenta las características que todo ser humano posee, para dar sentido al proceso educativo:

  • Dignidad, como ser único, racional y libre, capaz de decidir por sí mismo su proyecto de vida.
  • Capacidad de actividad intencional y creativa.
  • Singularidad, lo que le hace diferente de los demás.
  • Carácter relacional, es capaz de interaccionar con todo lo que le rodea.
  • Autonomía para elegir, dirigir su propia vida y desarrollar su personalidad de forma responsable.

Es necesario mantener un equilibrio entre estos rasgos, ya que si damos más importancia a una característica sobre otra, conllevaría a la formación del hombre en una sola dimensión. Por ello se necesita un desarrollo armónico y equilibrado en todas sus capacidades.

El perfeccionamiento equilibrado entre individualización y socialización es el que hace posiblela autonomía de todo individuo, ya que el fin de la educaciónes formar personas autónomas, capaces de dirigir su propia conducta y de responder de sus decisiones, de sus actuaciones, sabiendo, a la vez, actuar de forma responsable en la comunidad en la que vive.

Esta logro de autonomía será posible si la acción educadora la basamos en los principios de actividad, creatividad y participación. También hay que tener en cuenta otros elementos:

Rasgos de la persona Principios educativos
Singularidad Individualización
Creatividad
Apertura Socialización
Comunicación
Participación
Autonomía Autonomía
Actividad
Unidad Integridad

Análisis de algunos principios clave de la educación

1. Individualización.

Aunque fisiológicamente somos iguales, desde la misma estructura celular hasta los más complejos órganos y funciones, son diferentes de unos individuos a otros. En el plano psicológico las diferencias son más grandes, puesto que nuestras conductas, valores, necesidades, intereses, sentimientos, emociones, etc., son muchas las variables que nos hace diferentes y únicos ante los demás.

Las diferencias han de tenerse en consideración, dentro del proceso educativo, dado que el sujeto de la educación y protagonista del proceso no es la colectividad, sino el hombre único e irrepetible. Las características individuales, las aptitudes, actitudes, necesidades, intereses, limitaciones, etc., son las que debe de adecuarse en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

A partir de la atención a la diversidad del alumnado, centrar la acción educativa en una atención individualizada, adaptando objetivos, contenidos, motivación, recursos, métodos, etc., a las características diferenciales de cada uno. Es la forma de desarrollar al máximo todas las potencialidades del individuo. Se rechaza la concepción de una educación basada en enseñar lo mismo a todos, de la misma manera y en el mismo espacio y tiempo.

2. Socialización.

El hombre vive en comunidad, necesita de los otros tanto para su propia supervivencia y la del propio grupo, como para alcanzar el desarrollo pleno de todas sus capacidades. La identidad de uno mismo se reconoce en la mirada del otro. El “yo” y el “tú” conviven, se desarrollan como entidades singulares que son capaces a la vez, de ir formando el “nosotros”. Hay que ser capaces de abrirse al otro, para descubrir las diferencias, si no, no será capaz de iniciar su proceso formativo. La singularidad del hombre es sinónimo de apertura, nunca de aislamiento. El vivir es convivir de forma solidaria.

El hombre es un ser social por necesidad, para satisfacer sus necesidades más primarias y para atender las necesidades específicas como humano que es. Necesita del “otro” para crecer como personal para poder desarrollar todas sus capacidades de forma integrada, para poder participar en la consolidación y desarrollo de la sociedad en la que vive. La evolución humana es el desarrollo de la autonomía individual, la participación comunitaria y el sentido de pertenecer a la especie humana.

El propio organismo y el yo no pueden ser entendidos adecuadamente al margen del contexto social particular en el que han sido modelados. Es la propia sociedad el que dirige y propone el contenido del desarrollo de las diferentes capacidades humanas, y es el destinatario de los beneficios del pleno desarrollo individual.

Cada sociedad ha establecido las coordenadas educativas que determinan el desarrollo de cada individuo. Comprenderemos la naturaleza humana cuando seamos capaces de comprender el significado de las tradiciones culturales en las que vive y parte. El hombre sólo se realiza como ser plenamente humano por y en la cultura.

Las comunidades modernas nos hacen depender cada vez más unos de otros, lo que conlleva que la educación sea la principal vía para la identificación, pertenencia y promoción social.

  • Qué habría de potenciarse primero, individualización o socialización? Hay que tratar de buscar el equilibrio entre ambas, hay que lograr la plena autorrealización del hombre y su inserción activa en la naturaleza, la sociedad y la cultura.

La comunidad, también reclama la necesidad de socializar a los individuos para poder adaptarse a la cultura de esa comunidad, para poderse desenvolver correctamente dentro del grupo y ayudar en el desarrollo. No hay que olvidar que la educación, que conforma un microcosmos social, el educando encuentra las bases y estímulos necesarios para poder formar o modificar las actitudes sociales del educando.

Los trabajos escolares en grupo, las actividades extraescolares, fortalecen los hábitos positivos de convivencia y cooperación. Estas actividades deben de realizarse en los entornos cercanos del individuo.

3. Autonomía.

Para ser plenamente humano se necesita haber asumido un proceso de aculturación o socialización. Para ser plenamente sí mismo se precisa que el hombre tome decisiones liebres de acuerdo con los objetivos que se ha propuesto. Todo hombre debe ser dueño de sí mismo, por lo que hay que enseñar a aceptar, a elegir, a decidir o a tener iniciativa, esto deben ser los fines más importantes de la educación.

La autonomía es el poder enfrentarse de forma personal a cualquier obstáculo que impida la propia acción y tener la capacidad para elegir entre diferentes opciones o no elegir ninguna. Es un proceso biológico, afectivo, volitivo, intelectual y ético.

Es preferible hablar de madurez, que de autonomía, ya que es un proceso dinámico, donde los diferentes factores educativos, psicológicos, biológicos… están estrechamente relacionados y es un proceso que nunca tendrá fin.

4. Actividad.

La actividad no está centrada en el educador, como ocurría en la escuela tradicional, sino en la propia acción del educando. Todo ser humano está en constante actividad (psíquica o física). Lo importante dentro de la educación es que esa actividad que desarrolla sea formativa, con un sentido y planificada hacia el logro de un objetivo. Este el fundamento de aprender haciendo. Proponemos una actividad cuando:

  • Tiende a las disposiciones psicoemocionales del hombre. Toda acción física interesa en la medida que está relacionada con lo psíquico.
  • Voluntaria, debe haber un esfuerzo intencionado y voluntario, (explícita o implícita) por parte del que aprende.
  • Perfectiva para el propio educando, en la medida en que ayude a canalizar las energías positivas del ser humano.
  • Capaz de proyectar esa actividad al exterior en conductas determinadas.
  • Compromete la personalidad del que la lleva a cabo.

Luego va dirigida a convertir todos los actos del hombre en verdaderos actos humanos, puesto que se lleva a cabo con conocimiento y elección personal.

El principio de actividad rechaza la educación que fomenta al alumno pasivo y meramente receptivo. La actividad que interesa es la que implica las funciones cognitivas superiores y voluntarias, sin coacción y para la optimización del hombre.

Toda actividad debe considerarse bajo dos direcciones:

  • De fuera a dentro, el educando recibe algo y es capaz de incorporarlo, de aprenderlo, hasta que lo interioriza.
  • De dentro a fuera, cada uno actúa sobre lo aprendido introduciendo su estilo personal.

La implicación del alumno será efectiva cuando:

  • Se utilicen métodos activos de aprendizaje.
  • Se favorezca la cooperación entre alumnos.
  • Se potencien espacios para hacer y organizar sus propias situaciones.
  • Se les implique en la gestión de sus procesos de aprendizaje.
  • Comprendan y acepten los objetivos del programa.

5. Creatividad.

La innovación consiste en la correcta aplicación de nuestras ideas; la creatividad es una característica sine qua non de la innovación. Hay que potenciar el desarrollo de las mentes creativas, para que con sus descubrimientos, inventos, acciones, etc., nos faciliten las soluciones a nuevos y viejos problemas, o para tener una vida más placentera, ya sea en el ámbito natural, social o cultural.

Lo creativo lleva siempre el sello de algo personal. La creatividad comienza, con el modo de percibir el medio y se consuma en la transacción o transformación del mismo. Hay que ser capaces de transformar de forma personalizada la realidad que nos rodea, gracias a los elementos y conocimientos que cada uno posee.

Crear es producir algo nuevo y valioso en el sentido de que sea distinto y superior a lo que ya existía. Por ello la importancia de fomentar en el alumno la búsqueda de lo nuevo, lo distinto, lo divergente, que tenga valor, y dotando a cada aprendizaje su acento personal y positivo.

La diferencia entre una persona creativa y otra que no lo es, estriba en que la creativa sabe cómo materializar sus ideas, como hacer sus proyectos operativos, por medio de un conocimiento por connaturalidad (el latir de su propio conocimiento vibra con el mismo ritmo que el latir de esa realidad).

Hay que ser capaces de recrear y enriquecer los contenidos que se aprenden. Ser capaz de aportar, de forma personal, elementos nuevos y valiosos, a partir de lo que ya conocemos. Se trata de una disposición personal ante la vida en la que el individuo está dotando a todas sus acciones de un acento personal. En el aprendizaje de las distintas competencias cada uno irá adquiriendo los medios y recursos necesarios para afrontar de forma creativa su conducta. Por ello uno de los objetivos de la educación es la de ayudar a satisfacer la necesidad de autorrealización por medio de la creatividad, ayudando a que cada uno apueste por respuestas flexibles e innovadoras ante las más diversas circunstancias.

6. Participación.

La participación es uno de los principios que más auge ha tenido en las últimas décadas, en los entornos democráticos. Es un elemento esencial para el desarrollo tanto individual como social, para aprender a convivir, insertarse en la sociedad, colaborar y consolidar los grupos con los que vivimos. Participar es tomar parte en algo, colaborar, cooperar con otros para hacer algo en común, o lograr unas determinadas metas. Con la colaboración se podrán alcanzar los objetivos que van a beneficiar al grupo y nuestro entorno. Hay que conocer nuestros deberes y nuestros derechos.

La participación no es meramente una cuestión técnica, de organización o planificación, sino que es, a la vez, un principio clave de la educación que determina el modo de actuar, la forma de entender al ser humano y los fines de la educación que deben plantearse. Luego entendemos por participación:

  • Sea un derecho del hombre para actuar con libertad, y un deber para cooperar en el desarrollo de la sociedad.
  • Refuerza la responsabilidad, ya que al participar desarrollamos el compromiso.
  • Reconoce la singularidad y valía de cada persona por lo que puede aportar a los demás y al desarrollo del propio grupo.
  • Sea fuente de vitalidad y de energía creativa en la vida social, ayudando a reducir las desigualdades sociales.
  • Sea garantía de coherencia y de eficacia.

Para poder participar, se necesitan de espacios que garanticen la libertad, la posibilidad de autonomía y la igualdad de todos. Libertad e igualdad son los presupuestos que garantizan la dinámica de toda participación. Hay diferentes niveles de participación, dependiendo de los conocimientos, y de lo que quiera y pueda aportar. Hay que facilitar los canales necesarios para la participación, los medios, conocer el nivel de cada uno, y la formación necesaria para llevarla a cabo.

La participación no debe ser vista como un derecho, sino como un deber tanto con uno mismo como con la sociedad.

Citar este texto en formato APA: _______. (2018). WEBSCOLAR. Principios que fundamentan toda acción educativa. https://www.webscolar.com/principios-que-fundamentan-toda-accion-educativa. Fecha de consulta: 25 de November de 2023.

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