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Desarrollo intelectual según una concepción conductiva

INTRODUCCIÓN

 

Como es evidente que el desarrollo intelectual según una concepción conductista se ha convertido en una herramienta muy significativa para la educación. Por consiguiente, hemos considerado que es importante proporcionar a los estudiantes información en esta I parte cuando nos referimos al estudio del comportamiento objetivo en seres humanos,  intentando determinar leyes y principios que rigen el aprendizaje de conductas elementales, las relaciones que se dan entre determinados

estímulos y respuestas.

 

Se estudia el comportamiento objetivo tanto de animales como de seres humanos, intentando determinar las leyes y principios que rigen el aprendizaje de conductas elementales, las relaciones que se dan entre determinados estímulos y sus respuestas.

 

El conductismo una razón importante de ser. Las leyes y principios de la conducta y del aprendizaje tienen, sin duda, un valor innegable en la comprensión de la formación de hábitos, condicionamientos positivos y negativos en el ser humano. Su influjo en educación ha sido grande, y ha hecho que el maestro se preocupe por planificar su enseñanza, por crear situaciones

estimulantes al aprendizaje de los educandos.

 

Los conductistas consideran importante el análisis de la formación de hábitos, cómo, reforzar o extinguir. Se le ha restado importancia a sentimientos, actitudes y motivaciones internas que influyen también en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Una desventaja podría ser que investigan las relaciones entre estímulos y respuestas, pero no toman suficiente en cuenta la madurez y las experiencias previas del individuo. La conducta se analiza, se mide; se compara la cantidad de veces que aparece determinado comportamiento antes y después de un tratamiento experimental, pero eso mismo lleva a detenerse en el momento presente, a no considerar en el grado necesario la evolución del comportamiento a mediano largo plazo.

 

Las páginas subsecuentes explican de manera sencilla el desarrollo intelectual según una concepción conductista de nuestros estudiantes mejorando su conducta y sus diferentes actitudes en cuanto a nuestra realidad.

 

En sentido real, la piedra angular de este proyecto, es pues una buena alternativa y es de importancia vital para la salud académica de todos, por lo tanto para el mundo.

Nuestro interés no es comercial, por eso el contenido de este escrito no puede ser reproducido, pues sus temas son de interés y se pueden utilizar sólo como un material de apoyo o de consulta en beneficio de los estudiantes.

 

Creemos en la utilidad de este escrito y pensamos en lo mucho que puede ayudar a otros, pero también estamos conscientes de las limitaciones que este escrito tiene, por esta razón, preferimos

enfocarnos en los beneficios que podamos adquirir para poder ayudar a nuestros estudiantes.

Nos despedimos de ustedes, esperando que este trabajo sea de mucha ayuda a la hora de consultarlo, pues en un instrumento valido para el desarrollo.

 

DESARROLLO INTELECTUAL SEGÚN UNA CONCEPCIÓN CONDUCTISTA

 

El conductismo tiene, dentro dela historia dela psicología, una razón importante de ser. La concepción conductista de la inteligencia se deriva de sus fundamentos científicos. La psicología según el conductismo debe ser experimental, centrada en observaciones de la conducta. Rechazan el estudio de la conciencia, ya que, de acuerdo con este enfoque, no es objetivo. El concepto de conciencia o de mente es subjetivo, indefinido, por lo que no lo analizan. Intentan determinar las leyes y principios que rigen el aprendizaje de conductas elementales. Estudian los aprendizajes por condicionamiento tanto el llamado condicionamiento clásico como el operante. Para los alcances y desarrollo de la educación el conductismo permite a la psicología transformarse en ciencia. Además limita el desarrollo de conocimientos del niño, puesto que se considera que cualquier contenido es estático y debe ser enseñado por transmisión.

 

La inteligencia depende de la construcción de estructuras mentales, las que surgen como consecuencia del intercambio activo del sujeto con el medio. El conocimiento se elabora gradualmente, por lo que no se puede decir que sea absoluto, ya que cada nivel de desarrollo tiene su propia verdad. La construcción mental que vive el educando ha podido ser apreciada en trabajos de índole pedagógica para investigaciones que se inspiran en teoría piagetinana.

El papel del maestro en la educación, de acuerdo con una concepción piagetiana, es en esencia el de una persona que conoce muy bien las características del desarrollo intelectual de sus diversos estudiantes. Tiene muy presente que las operaciones mentales no se derivan de la imagen sino de la acción del niño. Debe crear situaciones de aprendizaje en que el alumno emplee los esquemas y operaciones mentales que ha construido; para ellos, debe fortalecer la experimentación, solución de problemas o la participación de los niños en discusiones que favorezcan su reflexión. El mismo desempeña un rol esencial en crear un ambiente socioafectivo en el que cada niño se sienta plenamente aceptado y estimulado para expresarse con total autonomía.

 

Este enfoque ha predominado en la educación en algunos países, por ejemplo en las matemáticas en donde existe un énfasis en el aprendizaje de procedimientos mecánicos sin tomar suficientemente en cuenta factores tales como la asimilación, comprensión, transferencia y utilidad a la vida cotidiana de las operaciones básicas por parte del alumnado.

 

Según Watson determinaba su rechazo hacia la contraposición de las formas de actividad intelectual del hombre a las acciones reales tendientes a resolver las tareas prácticas que diariamente se presentan. Interpretaba el intelecto como conducta dirigida a la resolución de un problema mediante la selección de acciones que por casualidad han resultado acertadas. Según él, las acciones reales tendientes a resolver problemas, se circunscribían a la experiencia motora del individuo y no podían ir más allá de los límites de esa experiencia. Además, para él, en la formación y transformación de la conducta, el estímulo externo pasa poco a poco al trabajo interno oculto (implícito) del aparato vocal y corporal, en tanto que en la composición de Io que se denomina pensamiento no hay nada más que reacciones motoras.

 

El conductismo watsoniano afirmó un enfoque, nuevo en principio, opuesto a la división tradicional del acto psíquico, al situar en el campo de la psiquis la acción del estímulo exterior y la respuesta motora a dicho estímulo. Esto, a su vez, presuponía tener una idea distinta acerca del eslabón inicial del acto psíquico, donde aparecía la señal que distinguía las propiedades del objeto, y acerca de su eslabón final, donde la reacción muscular se veía como la acción material que resuelve una tarea de adaptación del hombre al medio.

Los conductistas se interesaron únicamente por los aspectos exteriores de la conducta sobre la base del principio de la omnipotencia de los estímulos exteriores. Para ellos, las reacciones corporales, en tanto determinadas por un sistema exterior de relaciones, son objeto del conocimiento psicológico. Defendían la idea de que manipulando los estímulos exteriores, es posible formar un hombre de cualquier temple con las constantes de conducta que se quiera. Watson, en su propia labor experimental, utilizaba el principio general de elaborar nuevas formas de conducta, actuando mediante los estímulos exteriores sobre la reserva de reacciones existente.

 

El clima social a finales de los años veinte creó una nueva forma de positivismo representada por el  operacionalismo de P. Bridgman y el positivismo lógico inglés. El operacionalismo se convirtió así en la brújula filosófica para los reformuladores de la psicología conductista, entre los que se destacaban como más relevantes Edward Tolman (1886-1959) y Clark Hull (1884-1952), quienes encabezaron la corriente denominada neoconductismo.

 

Las concepciones de Tolman pusieron en duda el principio watsoniano de la conexión directa y determinante entre el estímulo y la reacción. Las exigencias del laboratorio obligaban a suponer la existencia de determinantes internos de la conducta, un estrato completamente nuevo de fenómenos inaccesibles a la observación directa, situados en el “interior” del individuo, “entre” el estímulo exterior y la reacción motora. Así surgió el concepto de orientación como factor interno especial que influye sobre el carácter de la reacción externa.

 

Según Tolman, el nexo directo entre el estímulo y la respuesta quedaba interrumpido por los planos “cognoscitivos”, donde el hombre pone de manifiesto una especie de inventiva y donde al resolver un problema, establece y comprueba hipótesis. En este sentido, acuñó el concepto de variables intermedias (intervening variables), entendidas como conjunto de incentivos y de factores cognoscitivos que actúan entre los estímulos inmediatos, es decir, como procesos internos que transcurren entre la acción, el estímulo y la reacción del hombre (variables que representan a la categoría de imagen). Cuando el sistema de Tolman, falto de base, perdió su autoridad e influencia, y el desengaño sucedió a la fe en las variables intermedias, se convirtió en figura central de la escena conductista Burrhus Frederic Skinner (1904-1990).

 

Skinner, quien se convirtió en el conductista más relevante después de Watson y Tolman, rechazó la idea de la tercera variable, eje del neoconductismo. A la idea del “hombre interior”, cuyos caprichos dirigen la conducta externa, contrapuso la idea de que a cada uno de los estímulos exteriores le corresponde un tipo propio de condicionamiento (es decir, de elaboración de reflejos condicionados) que él llamó operante (o instrumental). La limitación de dicha idea, a juicio de Skinner, consiste en no tener en cuenta el influjo de los resultados de la reacción sobre la conducta posterior. La reacción se consideraba como algo derivado del estímulo, sólo como un efecto, y no como una determinante que modifica la conducta posterior del individuo.

 

El conductismo ha contribuido, hasta cierto punto, a destruir las concepciones basadas en el método subjetivo, y ha intentado demostrar que la esfera de Io psíquico se extiende más allá del “campo interior” de la conciencia, y ha fortalecido la reputación de la psicología como disciplina experimental y exacta. Mas, sólo ha podido cumplir su programa, como se ha expuesto, en muy limitadas proporciones.

 

CONCLUSIÓN

 

  1. Trabajemos juntos para que el estudiante posea las estructuras mentales requeridas para que comprenda y transmita el razonamiento a la solución de un problema.
  2. En todo tiempo ayudemos con nuestra actitud a la educación activa para enriquecer de conocimiento a nuestros estudiantes.
  3. Recurrir a la motivación externa pies el estudio no representaría para el estudiante un medio de autorrealización personal; en el que el aprendizaje por sí mismo es apasionante.

 

Citar este texto en formato APA: _______. (2012). WEBSCOLAR. Desarrollo intelectual según una concepción conductiva. https://www.webscolar.com/desarrollo-intelectual-segun-una-concepcion-conductiva. Fecha de consulta: 29 de March de 2024.

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